Reflexiones sobre Versículos Bíblicos



Juan 11:21
Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.


Comentario:
Si alguna vez has estado al lado de la tumba de un ser querido,
seguramente este pensamiento también te cruzó la mente:
si hubieras estado aquí, Señor.
¿Dónde está Jesús cuando sufrimos?

Hay dos hechos que debemos de recordar.
En primer lugar, Jesús sí está con nosotros en los momentos de pérdida y dolor.
La iglesia es el cuerpo de Jesús.
Cada gesto de bondad, apoyo, consuelo y ayuda es en verdad Jesús mismo obrando
para aliviar nuestro dolor.
 
En segundo lugar, aunque permitió la muerte de nuestro ser querido, Él está presente
en la muerte de cada creyente. Pablo nos recuerda que cuando muere un Cristiano,
él o ella va a la presencia de Cristo (2 Corintios 5:6-7; Filipenses 1:21-23).
Nunca está fuera de la presencia de Dios (Romanos 8:35-39).

Oración:

Santo Padre, ayúdame reconocer la presencia de Jesús en los momentos de pérdida y dolor.
Ayúdame ver a Jesús en la presencia reconfortante del Espíritu Santo quien vive en mí.
Ayúdame verlo en los actos de amor y bondad de parte de Tu pueblo.
Además, ayúdame reconocer las maneras en las cuales puedo ser la presencia de Jesús
para los demás que están sufriendo y pasando por momentos de dolor.
En el nombre de Jesús oro, Amén.

(www.laluzdelalma.com)





Juan 11:26
... y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?


Comentario:
En el versículo 21,  enfatizamos que cristianos que mueren físicamente nunca son
realmente separados de su relación con Dios.
En este versículo (26), Jesús nos desafia a creer una cosa semejante.
 
Creemos que la parte real y viva de cada uno de nosotros hecha por Dios,
nunca morirá aunque nuestro cuerpo físico morirá?

Es un pensamiento increíble, ¿verdad? 
Somos eternos, inmortales, ligados con Jesús y su futuro está junto al nuestro.
(ver Colosenses 3:1-4).

Oración:

Dios Todo Poderoso, yo creo que por causa de Jesús, yo nunca moriré.
Por favor, bendíceme, querido Padre, para que no malgaste el tiempo
mientras estoy aquí en esta vida.
Al mismo tiempo, querido Dios, anhelo verte cara a cara.
En el nombre de Jesús yo oro. Amén.

(www.laluzdelalma.com)





Versiculos Biblia Luto

Reflexiones 3





¿CUÁNDO COMIENZA LA VIDA ETERNA?  -

PARA LOS CREYENTES, LA VIDA ETERNA COMIENZA
NO SÓLO DESPUÉS DEL FINAL DE SU PROPIA VIDA,
SINO CON EL COMIENZO DE SU RELACIÓN CON CRISTO.

JESUCRISTO ES RESURRECCIÓN Y VIDA
PARA TI PERSONALMENTE. 
EN ÉL YA TIENES LA VIDA ETERNA -
Y LA MUERTE DETRÁS DE TI.

¡AÚN PUEDES MORIR,
PERO NUNCA ESTÁS MUERTO!

JUAN 5:24;  8,51;  JUAN 11:25F.

Hans-Joachim Eckstein

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A veces pienso en mi primera conversación cara a cara con Dios.
Tengo tantas preguntas sin resolver,
tantas lamentaciones y tantos remordimientos.
¿Dónde debería empezar?
Me vienen a la mente varias maneras de empezar,
hasta que recuerdo con quién estaré hablando en realidad:
con el que formó las galaxias y creó todo lo que existe.
Las objeciones se desvanecen,
las dudas se disuelven,
y me imagino a mí mismo acudiendo a palabras similares
a las de Job:
"¡Ah, ahora comprendo!”.
Y entonces, la conversación volverá a comenzar.

Philip Yancey







Mirar el horizonte

Leer: Hebreos 11:8-16

Hebreos 13:14
Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir

No bien el barco empezó a moverse, mi hijita dijo que se sentía mal.
Los mareos habían empezado a afectarla.
Poco después, yo también me sentía mareada.
Solo mira el horizonte, me dije.
Los marineros dicen que eso ayuda a recuperar la sensación de perspectiva.

El Hacedor del horizonte (Job 26:10) sabe que, a veces,
la vida puede generar miedo e intranquilidad.
Entonces, podemos recuperar la perspectiva
si nos enfocamos en el distante, aunque firme, final de nuestro destino.

El escritor de Hebreos lo entendía bien.
Percibió el desánimo en sus lectores,
a quienes la persecución los había alejado de sus hogares.
Entonces, les recordó que otras personas de fe habían soportado
también pruebas extremas similares,
pero habían soportado todo porque esperaban algo mejor.

Como exiliados, podían mirar hacia delante,
a la ciudad cuyo arquitecto es Dios;
la patria celestial, la ciudad de Dios preparada para ellos
(Hebreos 11:10, 14, 16).
Por eso, en sus exhortaciones finales,
les pide que se centren en las promesas de Dios:
«porque no tenemos aquí ciudad permanente,
sino que buscamos la por venir» (13:14).

Somos «extranjeros y peregrinos sobre la tierra» (11:13),
pero ver las promesas de Dios en el horizonte
nos da el punto de referencia que necesitamos.

Señor, ayúdame a enfocarme en tus promesas.

Enfócate en Dios y recupera la perspectiva.

Keila Ochoa
nuestropandiario.org/