Citas
Dios nos ama a cada uno de nosotros
como si sólo hubiera uno de nosotros a quien amar.
Agustín
Las mejores y más hermosas cosas de la vida no pueden verse ni aun tocarse...
tienen que sentirse en el corazón.
Helen Keller
Orar es ver el mundo con los ojos de Dios y amar la vida con el corazón de Dios.
Antonio López Baeza
La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido,
iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros.
desconozco su autor
Al comienzo de la vida espiritual, se intenta sobre todo amar a Dios,
al término se comprende que basta dejarse amar por él.
Jean Lafrance
La ingratitud es la amnesia del corazón
Gaspar Betancourt, político y escritor cubano (1803-1866)
La plegaria no es un entretenimiento ocioso para alguna
anciana.
Entendida y aplicada adecuadamente, es el instrumento más
potente para la acción.
Mahatma Gandhi
(1869-1948) Político y
pensador indio.
La oración debería ser la llave
del
día y el cerrojo de la noche.
Thomas Fuller
(1610-1661) Clérigo y
escritor británico
El hombre no reza para dar a Dios una
orientación,
sino para
orientarse debidamente a sí mismo.
San
Agustín (354-439) Obispo y
filósofo
La vida sólo puede ser comprendida mirando
hacia
atrás,
pero ha de ser vivida mirando hacia adelante.
Sören Aabye Kierkegaard
(1813-1855) Literato
y
filósofo danés
Dios, que te creó sin ti, no te
salvará sin ti.
San
Agustín (354-439) Obispo y
filósofo
Prefiero equivocarme creyendo en un dios que no existe,
que equivocarme
no creyendo
en un dios que existe. Porque si después no hay
nada, evidentemente nunca lo sabré,
cuando me hunda en la
nada
eterna; pero si hay algo, si hay alguien,
tendré que dar
cuenta
de mi actitud de rechazo.
Blaise Pascal,
Matemático,
físico y filósofo religioso francés
Hemos de encontrar a Dios,
y no podremos lograrlo en medio del ruido y el desasosiego.
Dios es amigo del silencio.
Cuanto más recibamos en la quietud de la oración,
más podremos dar en nuestra vida activa.
Teresa de Calcuta
Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda;
la paciencia
todo lo alcanza;
quien a Dios tiene
nada le falta:
sólo Dios basta.
Santa Teresa de
Jesús