LA DIFERENCIA
Me levanté temprano una mañana
y me apresuré a comenzar el día.
Tenía tanto que realizar que no
tuve tiempo para orar.
Los problemas me cayeron encima
y la carga se hizo pesada.
¿Por qué no me ayudas Dios? pensé,
y El me dijo, "Pero tú no me lo pedistes".
Deseaba ver belleza y alegría
mas el día se tornó oscuro y frío;
Pensé, por qué Dios no me mostró lo que yo esperaba.
El me contestó; "Porque tú no buscastes".
Traté de llegar ante la presencia de Dios
y probé todas mis llaves en la cerradura.
Dios, gentil y suavemente exclamó;
"¿Por qué no tocastes a la puerta?"
Me desperté temprano esta mañana
y me detuve antes de comenzar el día.
Tenía tanto que realizar,
que tuve que sacar tiempo para orar.
Grace L. Naessens
Hoy aprendí
Hoy necesito hablar contigo,
sé que algunas veces me he perdido,
en las cosas de rutina que hacen en mi
olvidar cosas divinas que me diste.
En el transcurso del día,
he vuelto a vivir cosas que me afligen,
que sólo tú has logrado que olvide,
que perdone y vuelva a creer en mi mismo.
Pero hoy vengo a hablarte de mis cosas,
de las que en este tiempo no te he contado,
porque hay veces que amanezco desganado,
asqueado del mundo y la forma en que vivo.
Ayúdame por favor a encontrar la fe perdida,
a volver a ser sensible al dolor ajeno,
a volver a valorar la más tierna sonrisa,
y a volver a sentir la tibieza de un beso.
Hoy quiero brindarte una oración en silencio,
darte las gracias por compartir conmigo mis cosas,
por darme esa fortaleza de levantarme siempre,
cuando en momentos amargos, he caído.
Ayúdame a perdonar a quien me ha herido,
a pedir perdón a quien he insultado sin motivo,
a volver a vivir ilusiones ya perdidas
y aprender a compartir mis sentimientos, mi vida.
No sé que haría sin ti, no lo sabría,
moriría lentamente de desesperanzas vividas,
no tendría esa luz divina que me alivia,
esa paz que tu me das, y que en nadie mas hallaría.
Por eso hoy necesito volver a tu buen camino,
prometo no volver a alejarme de ti nunca,
de volver a confesarte mis penas y alegrías
y brindarte una oración de amor todos los dias.
Gracias por estar conmigo siempre,
por hacerme encontrar de nuevo el buen camino,
porque hoy aprendí, que no hay amor más puro
Y más eterno, que el que tú me brindas.
Hoy aprendí a valorar tu infinito amor hacia mí,
Bendito seas Dios, por ser mi amigo...
Escrito por:~KARDC
TARDE TE AMÉ
¡Tarde te amé,
hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé!
Tú estabas dentro de mí, y yo fuera,
y por fuera te buscaba, y deforme como era
me lanzaba sobre las cosas hermosas por Ti creadas.
Tú estabas conmigo,
y yo no estaba contigo.
Me retenían lejos de Ti todas las cosas,
aunque, si no estuviesen en Ti, nada serían.
Llamaste y clamaste,
y rompiste mi sordera.
Brillaste y resplandeciste,
y pusiste en fuga mi ceguera.
Exhalaste tu perfume,
y respiré,
y suspiro por Ti.
Gusté de Ti,
y siento hambre y sed.
Me tocaste,
y me abraso en tu paz.
San Agustín
Dios, que te acercas a nuestras vidas,
que compartes nuestras historias,
que vienes a nuestro encuentro:
Como Zaqueo - aquí estamos, subidos a los
árboles de nuestras frustraciones,
de nuestros miedos y de nuestras necesidades.
Nuestro corazón anhela que te detengas a
nuestro lado, que tus palabras de gracia
nos hablen en medio de todas las
contradicciones y todos los conflictos que
amenazan la vida y la integridad de nuestra
casa común.
Nuestro corazón espera que tus ojos se
encuentren con los nuestros devolviéndonos
la luz de la esperanza.
Recuérdanos que nuestras historias no te
son indiferentes. Invítanos a caminar contigo,
a peregrinar hacia el mundo nuevo de la
justicia, la reconciliación, la unidad, la paz
y la plenitud.
Queremos responder a tu llamada, abrir las
puertas de nuestras casas, haciendo inclusivas
nuestras mesas y asumiendo el compromiso de
vivir vidas nuevas y transformadas a partir
de tu misericordia.
Oasis de Paz, Consejo Mundial de Iglesias
imagen encontrada en:
https://www.postposmo.com/zaqueo-biblia/
Zaqueo, el recaudador de impuestos
1 Jesús llegó a Jericó y comenzó a cruzar la ciudad.
2 Resulta que había allí un hombre llamado Zaqueo,
jefe de los recaudadores de impuestos, que era muy rico.
3 Estaba tratando de ver quién era Jesús, pero la multitud se lo impedía,
pues era de baja estatura.
4 Por eso se adelantó corriendo y se subió a un árbol para poder verlo,
ya que Jesús iba a pasar por allí.
5 Llegando al lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: —Zaqueo, baja en seguida.
Tengo que quedarme hoy en tu casa.
6 Así que se apresuró a bajar y, muy contento, recibió a Jesús en su casa.
7 Al ver esto, todos empezaron a murmurar: «Ha ido a hospedarse con un pecador.»
8 Pero Zaqueo dijo resueltamente: —
Mira, Señor: Ahora mismo voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes,
y si en algo he defraudado a alguien, le devolveré cuatro veces la cantidad que sea.
Lucas 19:1-8 (NVI)