Oraciones 

Tu voz me habla con un profundo amor.
Tu voz me habla desde tu luz, que me limpia y me ama.
Y otra vez me rindo, ante la simple confianza que me dices que tenga en Ti.
En tu nombre, amado Cristo Jesús.
Así sea.
Desconozco el autor




Oración para sonreír

Señor, renueva mi espíritu y dibuja en mi rostro
sonrisas de gozo por la riqueza de tu bendición.

Que mis ojos sonrían diariamente
por el cuidado y compañerismo
de mi familia y de mi comunidad.

Que mi corazón sonría diariamente
por las alegrías y dolores que compartimos.

Que mi boca sonría diariamente
con la alegría y regocijo de tus trabajos.

Que mi rostro dé testimonio diariamente
de la alegría que tú me brindas.

Gracias por este regalo de mi sonrisa, Señor.
Amén.
Madre Teresa





DAME SEÑOR

Dame, Señor, un poco de sol,
algo de trabajo y un poco de alegría.

Dame el pan de cada día, un poco de mantequilla,
una buena digestión y algo para digerir.

Dame una manera de ser que ignore el aburrimiento,
los lamentos y los suspiros.

No permitas que me preocupe demasiado
por esta cosa embarazosa que soy yo.

Dame, Señor, la dosis de humor suficiente
como para encontrar la felicidad en esta vida
y ser provechoso para los demás.

Que siempre haya en mis labios una canción,
una poesía o una historia para distraerme.

Enséñame a comprender los sufrimientos
y a no ver en ellos una maldición.

Concédeme tener buen sentido,
pues tengo mucha necesidad de él.

Señor, concédeme la gracia,
en este momento supremo de miedo y angustia, de recurrir al gran miedo
y a la asombrosa angustia que tú experimentaste en el Monte de los Olivos
antes de tu pasión.

Haz que a fuerza de meditar tu agonía,
reciba el consuelo espiritual necesario
para provecho de mi alma.

Concédeme, Señor, un espíritu abandonado, sosegado, apacible, caritativo,
benévolo, dulce y compasivo.

Que en todas mis acciones, palabras y pensamientos experimente el gusto
de tu Espíritu santo y bendito.

Dame, Señor, una fe plena, una esperanza firme y una ardiente caridad.

Que yo no ame a nadie contra tu voluntad,
sino a todas las cosas en función de tu querer.

Rodéame de tu amor y de tu favor.
Santo Tomás Moro




Oración del buen humor


Concédeme, Señor, una buena digestión,
y también algo que digerir.

Concédeme la salud del cuerpo,
con el buen humor necesario para mantenerla.

Dame, Señor, un alma santa que sepa aprovechar
lo que es bueno y puro, para que no se asuste ante
el pecado, sino que encuentre el modo de poner
las cosas de nuevo en orden.

Concédeme un alma que no conozca el aburrimiento,
las murmuraciones, los suspiros y los lamentos y no
permitas que sufra excesivamente por ese ser tan
dominante que se llama: YO.

Dame, Señor, el sentido del humor.
Concédeme la gracia de comprender las bromas,
para que conozca en la vida un poco de alegría y
pueda comunicársela a los demás.
Así sea.

Santo Tomás Moro





Dame buen Señor,
una fe plena,
una esperanza firme y
una caridad ferviente,
un amor a Ti,
muy por encima de
mi amor por mí.

Dame, buen Señor,
el deseo de estar contigo,
de no evitar las calamidades
de este mundo, no tanto por
alcanzar las alegrías del cielo
como simplemente
por amor a Ti.
Amén.

Santo Tomás Moro