Oraciones 

Padres - Hijos


Oración de confesión:

Adulto: Nos sentimos tristes por las cosas que hacemos mal y por las buenas,
que dejamos de hacer.
Queremos pedir perdón y recuperar la alegría de poder empezar de nuevo.

Perdón, Dios, por las veces que nos equivocamos, hacemos daño a otro,
dejamos de respetarle,
dejamos de amarle, como nuestro prójimo que es.

Perdónanos por esas veces que pudimos ayudar, cuidar, querer y no lo hicimos.
Perdónanos por fijarnos solo en las cosas grandes, creyendo que allí está lo importante.
Por dejar de mirar lo pequeño e ignorar a los pequeños más vulnerables de esta vida.

Niño/a: A veces nosotros lo hacemos mal con otros pequeños. Los dejamos solos,
no queremos jugar con ellos, no dejamos que se sienten a nuestro lado
ni les prestamos nuestras cosas.

Adulto: La solidaridad con los más pequeños, con los más frágiles, con los más humildes,
es parte de la enseñanza de Jesús, quien dijo: "Tengan cuidado de no hacer caer a
uno de estos pequeñitos" (Lucas 17,2).

Niño/a: Nosotros queremos seguir aprendiendo a ser buenos con los demás.
Pero el ejemplo de los grandes no siempre nos ayuda.
¿Por qué hay tanto odio, tantos rencores,
tanta violencia, tanta incomprensión?
¿Por qué tantas veces los grandes actúan así?

Adulto: Señor, perdónanos cuando no somos luz en el camino de los más pequeños.
Enséñanos a andar por tus caminos, auméntanos la fe.
Renuévanos con la gracia de tu perdón.
Amén.






Oración con y por los niños


Adultos: Ayúdanos a aprender con nuestros niños que lo primero es lo primero y es lo
más importante: Sentir el Amor que nos das, y la capacidad de amarnos unos a otros.
Enséñanos a acompañarlos en sus caminos, respetándoles y enseñándoles a respetar
a los demás.

Niños: Quien no recibe el Reino de Dios como uno de nosotros no entrará en él,
dice Jesús.
Que podamos entre todos buscar, construir tu Reino, cada día, sobre los pilares
del Amar, La Justicia, La Paz, La Compasión.

Adultos: Queremos comprometernos con la vida de nuestros niños, con nuestra
disposición a orar, trabajar y luchar para que nuestros hijos e hijas y todos los niños
y niñas tengan espacios para vivir, donde puedan hablar, cantar, jugar, ser educados,
alimenarse dignamente, correr y principalmente crecer saludables y felices.
Amén.

Fuente: Iglesia Evangélica Española; Málaga