Versiculos Biblia Luto
Reflexiones 3
¿CUÁNDO COMIENZA LA VIDA ETERNA? -
PARA LOS CREYENTES, LA VIDA ETERNA COMIENZA
NO SÓLO DESPUÉS DEL FINAL DE SU PROPIA VIDA,
SINO CON EL COMIENZO DE SU RELACIÓN CON CRISTO.
JESUCRISTO ES RESURRECCIÓN Y VIDA
PARA TI PERSONALMENTE.
EN ÉL YA TIENES LA VIDA ETERNA -
Y LA MUERTE DETRÁS DE TI.
¡AÚN PUEDES MORIR,
PERO NUNCA ESTÁS MUERTO!
JUAN 5:24; 8,51; JUAN 11:25F.
Hans-Joachim Eckstein
https://www.ecksteinproduction.com/
https://www.facebook.com/eckstein.hans.joachim/
A veces pienso en mi primera conversación cara a cara con Dios.
Tengo tantas preguntas sin resolver,
tantas lamentaciones y tantos remordimientos.
¿Dónde debería empezar?
Me vienen a la mente varias maneras de empezar,
hasta que recuerdo con quién estaré hablando en realidad:
con el que formó las galaxias y creó todo lo que existe.
Las objeciones se desvanecen,
las dudas se disuelven,
y me imagino a mí mismo acudiendo a palabras similares
a las de Job:
"¡Ah, ahora comprendo!”.
Y entonces, la conversación volverá a comenzar.
Philip Yancey
Mirar el horizonte
Leer: Hebreos 11:8-16
Hebreos 13:14
Porque no tenemos aquí ciudad
permanente, sino que buscamos la por venir
No bien el barco empezó a moverse, mi hijita dijo que se sentía mal.
Los mareos habían empezado a afectarla.
Poco después, yo también me sentía mareada.
Solo mira el horizonte, me dije.
Los marineros dicen que eso ayuda a recuperar la sensación de
perspectiva.
El Hacedor del horizonte (Job 26:10) sabe que, a veces,
la vida puede generar miedo e intranquilidad.
Entonces, podemos recuperar la perspectiva
si nos enfocamos en el distante, aunque firme, final de nuestro destino.
El escritor de Hebreos lo entendía bien.
Percibió el desánimo en sus lectores,
a quienes la persecución los había alejado de sus hogares.
Entonces, les recordó que otras personas de fe habían soportado
también pruebas extremas similares,
pero habían soportado todo porque esperaban algo mejor.
Como exiliados, podían mirar hacia delante,
a la ciudad cuyo arquitecto es Dios;
la patria celestial, la ciudad de Dios preparada para ellos
(Hebreos 11:10, 14, 16).
Por eso, en sus exhortaciones finales,
les pide que se centren en las promesas de Dios:
«porque no tenemos aquí ciudad permanente,
sino que buscamos la por venir» (13:14).
Somos «extranjeros y peregrinos sobre la tierra» (11:13),
pero ver las promesas de Dios en el horizonte
nos da el punto de referencia que necesitamos.
Señor, ayúdame a enfocarme en tus promesas.
Enfócate en Dios y recupera la perspectiva.
Keila Ochoa
nuestropandiario.org/