Testimonios 9


Testimonio de Yarlintong Borja






¡Dios les bendiga!
Me llamo Yarlintong Borja, soy del Choco.

Pues quiero contarles mi testimonio, pues yo antes de conocer a Dios
yo vengo de una familia pobre económicamente,
y era muy educado hasta que inicié a enrolarme con jóvenes del colegio
que me metieron por malos caminos.
Pues inicié andar en rumbas y buscar mujeres, habían momentos que también robaba,
desde ese momento inicié a bajar en las calificaciones del colegio y no hacía caso,
andaba hasta con cuatro mujeres, después inicié a modelar y me llenaba de orgullo por eso,
salí a jugar fútbol y me sacaron por las mujeres.

Desde ese momento mi hermano mayor se convirtió a Cristo e inició a predicarme
pero yo no hacía caso, me burlaba de él,
pero Dios llegó a mi vida y me mostró el plan del diablo con mi vida
por medio de un sueño...
el sueño era que yo estaba en una iglesia y que todos estábamos alabando a Dios.
Entonces yo en el sueño tuve una visión que yo iba a un lugar lleno de llamas,
entonces pude ver a un personaje negro con cachos pequeños en la cabeza y
yo lo reprendía y se reía, lo hice varias veces pero él se reía.
Después fui poseído por un demonio y me iba a matar pero Cristo me libertó...
Ese fue el sueño.. eso fue un domingo y me fui a jugar al fútbol pero temblaba del miedo
por que pensaba que alguien me iba a matar y no podía sentir paz.

Pero después de todo me convertí a Cristo y todo cambió -
ahora tengo una felicidad inmensa.
Hace un año lo hice.
Tengo 20 años de edad - me congrego en la obra
MISIÓN CRISTIANA CIELOS DE SANTIDAD
EN QUIBDO-CHOCO COLOMBIA


Yarlintong Borja


Este testimonio me fue enviado por Yarlintong Borja
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1 Te exaltaré, mi Dios y rey; por siempre bendeciré tu nombre.
2 Todos los días te bendeciré; por siempre alabaré tu nombre.
3 Grande es el Señor, y digno de toda alabanza; su grandeza es insondable.
4 Cada generación celebrará tus obras y proclamará tus proezas.
5 Se hablará del esplendor de tu gloria y majestad,
y yo meditaré en tus obras maravillosas.

Salmo 145:1-5



Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres.
Juan 8:36