Testimonios 4
Mi Camino a Dios
¿Jesucristo y/o Krishna, Babaji, Yogananda? ¿La Biblia y/o el Bhagavad
Gita? ¿Gurus, avatars, Kriya Yoga para ser liberado del karma y
reencarnación? – Mi nombre es Conni Benkert, nací en el año 1968 y vivo
al sur de Alemania. Hace un par de años que experimenté lo difícil que
es encontrar respuesta
a las preguntas arriba formuladas. Les cuento
con gusto la historia de cómo finalmente encontré mi camino a Dios.
1. Cómo conocí las enseñanzas de Guru Paramahansa Yogananda y qué respuestas recibí de él a
mis preguntas.
2. Qué respuestas recibí de Dios a mis preguntas.
3. Yo tengo que decidir.
4. ¿Y qué de usted?
Cómo conocí las enseñanzas de Guru Paramahansa Yogananda y
qué respuestas recibí de él a mis preguntas
En mi búsqueda personal de cuál es el sentido de la vida y respuesta a
la pregunta de si Dios verdaderamente existe, di con las enseñanzas de
Paramahansa Yogananda en el año 1992. Hasta allí había sido educada
dentro del ateísmo. También busqué un poco dentro del Cristianismo,
pero de las diferentes prédicas superficiales que había oído dentro de
diferentes Iglesias no pude encontrar nada que satisficiera y
respondiera mis profundas interrogantes. Pero en el libro
“Autobiografía de un Yogui” del Paramahansa Yogananda, encontró
resonancia mi espíritu en búsqueda. Era como si el Guru supiera todas
mis preguntas y todas las respuestas.
Con esto hice la solicitud para las lecciones quincenales de
Self-Realization Fellowship (la “Sociedad Para Realización Del Ser” que
Paramahansa Yogananda fundó en el años 1925 en Los Ángeles, Estados
Unidos) y leí algunos otros libros del Paramahansa Yogananda. Quedé
fascinada de esta doctrina la cual es una mezcla entre Hinduismo y
Cristianismo y tiene una influencia grande para las almas de los países
Occidentales y cuyos métodos de meditación de yoga (Kriya Yoga) eran
exaltados como el camino más rápido para llegar a Dios. (Según las
enseñanzas de Self-Realization Fellowship todos los caminos llegan a
Dios pero el más directo sería Kriya Yoga.) Por favor, lean el informe completo
aquí
Más tarde entré en un ashram (“ashram” = convento de un guru de la
India), donde llegué a conocer profundamente las enseñanzas. A pesar de
esto notaba que no era feliz. En lo profundo de mi corazón
sentía un hueco sin fondo que no podía mantener lleno a pesar de todo lo que le introducía.
Yo había rogado a Dios intensamente para que me mostrara lo que tenía
que hacer y Dios contestó realmente esta oración. Primero me guió hacia
una creyente en Jesucristo que con mucha paciencia me aclaró lo que
verdaderamente decía la Biblia.
Cómo Dios contestó a mis preguntas
Pero Dios había oído mis oraciones y ruegos y así me daba respuesta
directa en mi corazón a mis preguntas: Un día en que tuve una
conversación bastante larga con esta Cristiana, Dios inclinó mi corazón
a una pasaje de la Biblia aunque esta no tenía nada que ver con nuestro
tema de conversación. Y aunque yo no tenía ni idea de que alcanzaría
con ello, le manifesté mis pensamientos a ella, entonces ella abrió su
Biblia y me legó esta pasaje:
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y
sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
(Juan 1,1-3)
Pero ahora mientras esta Cristiana me leía el texto en su Biblia, en lo
profundo de mi corazón entendí que el concepto “Verbo” estaba ahí en
lugar de “Jesús”. Y en el mismo momento entendí lo que era la Trinidad
– de lo cual había oído en el pasado pero que hasta ese momento había
quedado sin significado y comprensión.
Explicaciones adicionales aquí
Y lo grandioso de lo entendido era que al seguir leyendo el contexto
queda comprobado que el concepto “Verbo” era suplantado por Jesucristo:
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. ...
la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
(Juan 1,14+17b)
El mismo día que Dios me mostró porque Jesús es el único, incomparable
Hijo de Dios, y lo que él es también Dios (aunque sigue habiendo un
solo Dios que existe en tres Persones), ese día me recordó Dios también
un versículo Bíblico que había leído en mi juventud sin que hubiera
sabido de que se trataba:
Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios ...
(Mateo 24:24)
Creo que para alguien ajeno sería difícil entender qué reacción provocó
en mí ese versículo ahora: Había entendido quien era realmente
Jesucristo y yo había seguido 7 años las enseñanzas de ese guru que se
colocaba a si mismo al mismo nivel de Jesús y se hacía pasar por su
seguidor. En ese momento hubo como un frenazo en mi interior. ¿Había yo
adorado a un falso dios, uno que me alejaba del verdadero?
Yo tengo que decidir
Había llegado a una encrucijada. Yo debía decidir: ¿Seguiría las
enseñanzas del Guru y confiaría en ellas para así quizás llegar a Dios
más rápido?, o ¿Yo oiría lo que Dios había revelado en lo profundo de
mi corazón sobre lo que realmente se encontraba en la Biblia?
Entonces leí todo el evangelio de Juan y entendí
sin duda ningunas que yo debería aceptar a Jesucristo si quería
realmente llegar a Dios.
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre, sino por mí.
(Juan 14:6)
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo,
dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
(Hechos 4:12)
No obstante tenía miedo de dar este paso porque no sabía lo que vendría
después. – O lo peor: ¿Que si no sucedía nada después, si Jesús me
rechazaba después de yo haberle dado la espalda tanto tiempo? Pero di
el paso, le confesé a Jesús mis pecados (tanto, como en aquel momento
lo entendía) y le dije que quería aceptar con gusto su dádiva de
salvación y a él como el Señor de mi vida. Y el Señor Jesucristo fue
fiel a su promesa en
Apocalipsis 3:20,
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
Y entretanto sé sin duda alguna, que le pertenezco a Dios, porque puedo
observar su obra en mí y con su ayuda soy transformada para mejor.
Antes de encontrar a Dios, ese hueco sin fondo en mi corazón me había
impulsado con frecuencia a buscar llenura y paz interior (o
distracción) en siempre nuevas cosas y ocupaciones. Ahora en lugar de
ese hueco ha entrado un amor a Dios, que poco a poco siempre se hace
más grande.
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre,
les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
(Juan 1:12)
¿Y qué de usted?
Si usted también quiere obtener la seguridad de si hay un Dios y qué
camino es el correcto o qué doctrina es la que proclama la verdad,
entonces ore con todo su corazón a Jesucristo para que le muestre la
verdad. Pero pídale sólo a Jesucristo por esa seguridad, porque si le
ora a otros poderes, lo pueden guiar al error.
Porque estos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo.
Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.
(2 Corintios 11:13-14)
Por aquellos entre ustedes que en estos momentos simpaticen con
Self-Realization Fellowship (o doctrinas semejantes), más información
aquí
Piense que contrariamente a las enseñanzas del karma y la
reencarnación, al fin de esta vida tal vez, no habrá un segundo chance
para usted y que usted puede ser rechazado ante el trono de Dios porque
usted rechazó su dádiva de salvación y se apoyó en sus propias obras
(por ejemplo en la meditación).
La Biblia no deja lugar a dudas que en cuanto a obras propias (tan
buenos como sean ante nuestros propias medidas), delante de un Dios
santo no podían prevalecer:
Pero
sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la
ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio
de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano será
justificado delante de él; porque por medio de la ley es el
conocimiento del pecado. Pero ahora, aparte de la ley, se ha
manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los
profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para
todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados
gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo
Jesús.
(Romanos 3:19-24)
Obtenga usted ahora seguridad a través de que usted clame a Jesucristo
en oración y por lo menos lea toda la Biblia una vez, en vez de
apoyarse en la opinión de otras personas. – ¡Pruebe usted mismo por
favor!